En Indonesia, una mujer de 45 años llamada Farida fue devorada por una pitón reticulada mientras caminaba por el bosque. Farida, madre de cuatro hijos, desapareció el 6 de junio cuando se dirigía a vender comida en un mercado local. La serpiente la atacó, asfixiándola antes de tragársela. Su esposo, Noni, alertó a los vecinos, quienes encontraron a la pitón con un gran bulto en el estómago al día siguiente. Al abrir la serpiente, hallaron el cuerpo sin vida de Farida, que fue enterrado en el distrito de Pitu Riawa.
Las pitones reticuladas, la especie más larga del mundo, habitan en el sudeste asiático y pueden superar los 6,25 metros. Aunque estos incidentes son raros, varios casos similares han ocurrido en Indonesia en los últimos años. En 2018, una mujer fue hallada muerta dentro de una pitón de siete metros, y el año anterior, un agricultor fue devorado por una serpiente de cuatro metros.
Noni expresó su pesar por la tragedia, lamentando no haber acompañado a su esposa. Los aldeanos que participaron en la búsqueda señalaron que el cuerpo de Farida estaba intacto, ya que la digestión completa de una presa de ese tamaño habría tomado semanas. Este trágico incidente resalta los peligros que pueden enfrentar las personas que viven cerca de hábitats naturales de estas serpientes.
Imagen: Agencias