Un joven abrió fuego en la Universidad Carolina de Praga, dejando a 15 muertos y al menos 24 heridos. Aunque aún no se conoce la identidad del atacante, se cree que era un estudiante de 24 años con problemas psicológicos. La policía recibió información sobre sus intenciones de quitarse la vida antes del tiroteo. El ataque fue premeditado y no se cree que haya actuado con un cómplice. No hay indicios de terrorismo ni amenaza latente. El joven era buscado por la policía en relación a la muerte de su padre. Este tiroteo es el peor registrado en la República Checa y supera en magnitud a otros ataques en centros educativos en todo el mundo este año. El primer ministro checo expresó su pesar y canceló su agenda oficial. El presidente también lamentó los hechos y envió sus condolencias a las familias de las víctimas.
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