Tim Cook sigue liderando la empresa más valiosa del mundo, Apple, y ha llevado a la compañía a su mejor momento. Sin embargo, también ejerce como director independiente en la junta de Nike, donde se ha convertido en una figura clave para rescatar a la marca de la peor crisis de su historia, según Bloomberg.
Nike, líder indiscutible en la industria del textil deportivo, ha perdido casi un 25% de su valor en lo que va de año. Sus ventas cayeron un 10% en el último trimestre, lo que obligó a la empresa a retirar sus proyecciones anuales ante las malas perspectivas.
Cook, quien entró en la junta de Nike en 2005, ha sido testigo del meteórico ascenso de ambas empresas. Mientras Apple está en máximos históricos, Nike atraviesa turbulencias. La crisis de Nike tiene varias causas, como un cambio hacia la venta directa al cliente que alienó a los minoristas, problemas de inventario que forzaron descuentos agresivos y una estrategia de marketing que priorizó métricas sobre efectividad real.
Cook ha sido decisivo en el nombramiento del nuevo CEO, Elliott Hill, un veterano de la empresa. Esta decisión refleja el legado que está dejando Cook en Apple: mantener y promocionar el talento interno. Su intervención en Nike revela su capacidad para influir más allá de Apple, abarcando desde el diseño de tiendas hasta la gestión de crisis en China.
En resumen, la paradoja de Tim Cook revela el poder silencioso de alguien capaz de tender puentes entre distintas culturas empresariales. Mientras Apple prospera, Cook dedica parte de su tiempo a ayudar a Nike a recuperar su norte.
Imagen: Xataka. En detalle. La crisis de Nike tiene varias causas: