Pavel Durov se encuentra en libertad bajo control judicial en Francia, lo que ha llevado a cambios significativos en Telegram. Desde su arresto, la plataforma ha comenzado a colaborar con las autoridades, facilitando datos de usuarios a gobiernos que lo soliciten. Este cambio de postura se alinea con las exigencias de la justicia francesa y marca un giro en la política de privacidad de la aplicación.
Recientemente, Telegram ha actualizado sus términos de uso y política de privacidad, con el objetivo de disuadir a los delincuentes. Durov ha declarado que la plataforma no permitirá que actores maliciosos pongan en peligro su integridad. Sin embargo, la ONU ha advertido que Telegram sigue siendo un refugio para actividades ilegales, como la venta de datos sensibles y productos ilícitos.
En Alemania, Telegram ha comenzado a colaborar con las autoridades de seguridad, tras años de resistencia a las peticiones de datos. Según la Oficina Federal de Policía Criminal, la plataforma había rechazado anteriormente proporcionar información sobre ciertos usuarios. A partir de ahora, los informes de transparencia permitirán a los usuarios consultar las solicitudes realizadas desde cada país.
En España, Telegram ha entregado datos de 22 usuarios en 2024, lo que suma un total de 85 usuarios afectados. Durov ha indicado que, desde 2018, la plataforma ya compartía información con las autoridades, pero ahora, con la implementación de la Ley de Servicios Digitales (DSA), se espera un aumento en las peticiones.
La situación de Durov es delicada, ya que enfrenta múltiples delitos que podrían llevarlo a prisión. A pesar de los cambios en la política de Telegram, la plataforma sigue siendo objeto de críticas por su papel en la facilitación de actividades ilegales. El futuro de la aplicación y su compromiso con la legalidad dependerá de la resolución judicial que se avecina.
Imagen: Steve Jennings/Getty Images for TechCrunch | Ivan Radic