La falta de organización del tiempo puede generar una sensación de estar superado por el trabajo, lo que provoca estrés y bloqueos que fomentan la procrastinación. Para evitar esto, es crucial implementar técnicas de gestión del tiempo y cuidar el bienestar personal. A continuación, se presentan algunas estrategias efectivas.
Organiza tu agenda. Tener claras las tareas a completar ayuda a concentrar los esfuerzos y evitar la dispersión. Existen diversas técnicas para priorizar y organizar tareas, y es importante probar varias para encontrar la que mejor se adapte a tu perfil.
Aprovecha la energía de primera hora. Agrupa las tareas más exigentes en los momentos en que el cerebro está más descansado, generalmente a primera hora de la mañana. Esto permite abordar las tareas más difíciles con mayor eficiencia.
Programa tus tareas y descansos. Definir objetivos es clave para la productividad, pero también es esencial programar descansos. Tomar pequeños descansos frecuentes ayuda a recuperar la creatividad y la concentración.
Aprende a decir ‘No’. La inflexibilidad intencional consiste en concentrar esfuerzos en completar la lista de tareas, diciendo no a todo lo que no se alinea con ella. Esto incluye gestionar las interrupciones de compañeros y reservar tiempo para responder preguntas.
Silencio selectivo y gestión del correo. Mantener a raya las notificaciones reduce las interrupciones y la ansiedad. Programa bloques de tiempo para revisar correos y mantener la bandeja de entrada organizada sin interrumpir tu planificación.
Duerme lo necesario. Adoptar hábitos de sueño saludables y dormir las horas adecuadas es fundamental para mantener altos niveles de concentración y tomar decisiones acertadas durante el día. Evita la procrastinación del sueño para asegurar un descanso adecuado.
Imagen: Unsplash (Luis Villasmil)