En los últimos años, el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones y el Impuesto sobre Patrimonio han generado controversia entre el 1% más rico de la población. Ahora, Suiza, tradicionalmente un refugio para millonarios, se encuentra en medio de un acalorado debate sobre la implementación de un impuesto a las herencias que afectaría a quienes poseen fortunas superiores a 50 millones de francos suizos.
Según Bloomberg, los millonarios suizos han expresado su preocupación, advirtiendo que podrían trasladarse a otros países si se aprueba este impuesto. Este debate no es aislado, ya que durante la cumbre del G20 en Brasil se discutió la posibilidad de un impuesto global del 2% para las grandes fortunas, con el objetivo de financiar servicios públicos.
La propuesta en Suiza ha sido impulsada por el ala juvenil de los socialdemócratas, quienes argumentan que los ricos deben contribuir más para mitigar los efectos del cambio climático. Sin embargo, el gobierno suizo se opone a la medida, temiendo que podría provocar un éxodo de capital y personas adineradas, lo que dañaría la economía del país.
Isabel Martinez, profesora en el Centro de Investigación Económica KOF ETH de Zurich, señala que el nuevo impuesto solo afectaría a 2.500 contribuyentes, lo que representa apenas el 0,1% de la población suiza. A pesar de esto, los expertos advierten que los millonarios no permitirán que se imponga un gravamen a sus fortunas y podrían optar por trasladarse a países vecinos que ya han comenzado a implementar medidas para atraer capital.
En España, el Impuesto de Patrimonio ya grava progresivamente a las grandes fortunas, lo que añade otra capa de complejidad a la situación fiscal de los millonarios en Europa. La discusión sobre la fiscalidad de los ricos sigue siendo un tema candente en el continente.
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