La transición hacia el coche eléctrico enfrenta desafíos significativos, y Stellantis no es la excepción. El grupo, que incluye marcas como Peugeot y Fiat, ha visto caer su valor bursátil casi un 50% desde abril. Carlos Tavares, CEO de Stellantis, ha declarado que la empresa podría cerrar fábricas o vender marcas para sobrevivir.
En una reciente entrevista, Tavares criticó las decisiones políticas de la UE y los aranceles a los coches eléctricos chinos. A pesar de la crisis, afirmó que Stellantis puede soportar una caída de ventas del 50% sin entrar en números rojos, aunque esto requerirá medidas impopulares. Además, mencionó que los fabricantes chinos están interesados en adquirir marcas francesas del grupo.
La situación de crisis en las marcas europeas se debe a que sus coches son demasiado caros en comparación con los modelos chinos. Tavares subrayó la necesidad de reducir los costes de producción para competir. Sin embargo, no abordó el tema de los bajos salarios y las largas jornadas laborales en China, ni las ayudas estatales que reciben las marcas chinas.
El CEO advirtió que si las marcas chinas logran captar el 10% del mercado europeo, esto podría equivaler a la producción de siete fábricas europeas. Para mantener la industria automovilística en Europa, es esencial reducir el coste de los coches eléctricos en un 30%. Un ejemplo de esta estrategia es el Citroën ëC3, que utiliza una batería de bajo coste y se fabrica en Eslovaquia, donde los salarios son significativamente más bajos que en otros países europeos.
En resumen, Stellantis se enfrenta a un futuro incierto y debe adaptarse a las nuevas realidades del mercado para garantizar su supervivencia.
Imagen: Motorpasión