Starship de SpaceX: la carrera contra el tiempo para cumplir con la NASA

La gigantesca nave Starship de SpaceX se desarrolla bajo una tensa dualidad. Por un lado, debe lanzar satélites Starlink para financiar los planes de Elon Musk de llegar a Marte. Por otro, su contrato más importante es un compromiso con la NASA para viajar a la Luna.

El contrato Human Landing System (HLS) de la NASA estipula que una nave Starship llevará astronautas desde la cápsula Orión, en órbita lunar, hasta la superficie de la Luna, en el polo sur del satélite, para septiembre de 2026. Si esta misión, llamada Artemis III, sale bien, marcará el primer alunizaje humano desde Apolo 17 en 1972, así como la primera vez en la historia que una mujer pise la Luna.

Ni la nave Orión de la NASA, cuyo escudo térmico dio problemas en una prueba sin tripulación, ni los trajes de los futuros astronautas, desarrollados por la empresa Axiom Space, están listos todavía, pero nadie duda de que lo estarán en 2026. Lo que hasta hace unos días nadie creía posible era que la Starship fuera a estar lista para llevar astronautas a la Luna en dos años. Sin embargo, el alunizaje de 2026 vuelve a estar en las quinielas.

El primer hito que Starship tiene que superar para mantenerse dentro de la hoja de ruta de Artemis III, según el acuerdo con la NASA, es una prueba de transferencia de propelentes criogénicos entre naves para principios de 2025. Starship ya ha demostrado que puede transferir oxígeno líquido entre sus tanques internos en pleno vuelo, pero el compromiso con la NASA es lanzar dos naves a la órbita terrestre, hacer que se acoplen en vuelo y transferir oxígeno de una a otra antes de que pasen nueve meses.

En un giro de las expectativas, Elon Musk ha dicho que el desarrollo de Starship se ha acelerado, y que cree que SpaceX conseguirá completar la prueba a tiempo, es decir, para el primer trimestre de 2025. Si el tercer vuelo de prueba de Starship demostró la capacidad de transferir propelentes dentro del cohete, el último ha demostrado la viabilidad de hacer aterrizar un rascacielos de 20 pisos.

Otro motivo para el optimismo es que la cadencia de lanzamientos de Starship está a punto de acelerarse, al menos en lo que respecta a las licencias de vuelo. Un cambio en la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) permitirá a SpaceX volver a volar rápidamente siempre que no haya fallos fuera de lo esperado en las pruebas que requieran una investigación.

Imagen: SpaceX

Comparte este artículo
Publicación anterior

Conflicto por el agua del Guadiana: España y Portugal en desacuerdo

Entrada publicación

La caída de la impresión desde la pandemia: un desafío para HP

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Leer más