Muchos países ricos están adoptando jornadas laborales más flexibles como forma de atraer y retener talento. Singapur se une a esta tendencia al anunciar que los empleados podrán solicitar acuerdos como trabajar desde casa, semanas laborales más cortas y horarios flexibles. Aunque los jefes no estarán legalmente obligados a aceptar estas solicitudes, los trabajadores podrán acudir a un sindicato para valorar la decisión. Según el gobierno, las mujeres y los trabajadores de mayor edad son los más propensos a solicitar acuerdos laborales flexibles. Si las agencias gubernamentales demuestran que el trabajo flexible no afecta la productividad, las empresas seguirán el ejemplo.