Durante su visita a Rabat, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, reiteró el apoyo de España al plan de autonomía marroquí para el Sáhara. Sin embargo, no mencionó el gaseoducto ni el plan del rey Mohamed VI para el Sahel, lo que ha generado malestar en Argelia. Además, se ha destacado el interés de España en proyectos regionales promovidos por Marruecos, como el gasoducto africano-atlántico Nigeria-Marruecos. Estas iniciativas chocan con los intereses argelinos y podrían reavivar la crisis diplomática entre ambos países. Aunque el Gobierno español no ha confirmado oficialmente el interés de Sánchez en estos proyectos, la versión ofrecida por la Casa Real marroquí ha sido aceptada tanto en Marruecos como en Argelia. Todo esto podría poner en riesgo el deshielo en las relaciones entre España y Argelia, que se había iniciado recientemente. La visita del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, a Argelia también ha sido aplazada sin fecha prevista.
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