Un sacerdote vestido con sotana intentó ingresar al Vaticano con una mochila en la que llevaba una pistola de aire comprimido, un destornillador y un cúter. El cura explicó que el arma era de otra persona y que la llevaban como defensa personal. Sin embargo, los agentes de seguridad no quedaron convencidos y descubrieron que el arma estaba cargada. Además, en la mochila también se encontraron dos cuchillos. El incidente tuvo lugar en la plaza de San Pedro y los agentes denunciaron al sacerdote y a su acompañante por llevar armas sin autorización.
Este no es el primer incidente de seguridad en el Vaticano en las últimas semanas. El pasado mes de abril, otro individuo fue arrestado cuando intentaba ingresar a la audiencia general del Papa con tres cuchillos en su mochila. Sorprendentemente, resultó ser uno de los fugitivos más buscados por la policía de Nueva York, acusado de varios robos con violencia a agentes inmobiliarios. El hombre afirmó haber estado luchando en el frente de guerra en Ucrania junto a las tropas de Kiev.
Imagen: EFE