Hablar de megaestructuras es echar la vista al este. Emiratos Árabes se esfuerza por ser la nueva capital de los rascacielos, mientras que en Arabia Saudí surgen proyectos como Neon. Sin embargo, si nos dirigimos un poco más al este, encontramos un colosal edificio que ha sido objeto de burlas: el Ryugyong, un hotel en Corea del Norte que estuvo en construcción durante más de 30 años y que se ganó el sobrenombre de «el peor edificio del mundo».
El Ryugyong tiene una altura de 330 metros y 105 pisos, con un exterior de cristal que recuerda a creaciones futuristas de películas como ‘Blade Runner’. Su construcción comenzó en 1986, con la intención de atraer inversores occidentales y convertirse en el hotel más alto del mundo. Sin embargo, la crisis económica que siguió al colapso de la Unión Soviética detuvo las obras durante años.
Durante más de una década, el hotel permaneció inacabado, lo que llevó a burlas tanto en Japón como en occidente. En 2008, las obras se reanudaron con la ayuda de una constructora egipcia, pero el interior seguía vacío y sin uso práctico. A pesar de los intentos de abrir el hotel, la situación política y económica del país ha dificultado su finalización.
En 2018, se instaló una gran pantalla LED en una de las fachadas, pero el futuro del Ryugyong sigue siendo incierto. El gobierno norcoreano busca atraer inversión internacional, pero las tensiones con occidente complican la situación. A pesar de su aspecto exterior, el hotel sigue siendo un símbolo de ambición frustrada en un país marcado por la crisis.