Desde el año 2001, los talibanes de Afganistán han experimentado diversas fases, incluyendo un notable crecimiento económico. Según un informe de la OTAN, el grupo se ha vuelto ultrarrico en dos décadas. Recientemente, Rusia ha decidido eliminar a los talibanes de su lista de organizaciones terroristas, una decisión tomada “al más alto nivel” por el Ministerio de Asuntos Exteriores. Este cambio se hará oficial tras completar los procedimientos parlamentarios.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, se reunió con Amir Khan Muttaqi, el ministro de Asuntos Exteriores en funciones de los talibanes, para discutir la situación en Afganistán. Lavrov anunció la intención de Moscú de fortalecer la cooperación con Afganistán en sectores como la energía y la agricultura.
Desde la retirada de las tropas estadounidenses en agosto de 2021, los talibanes han retomado el control total del gobierno, imponiendo un régimen basado en su interpretación estricta de la ley islámica. En este contexto, han intentado modificar su imagen internacional, buscando ser percibidos de manera más “normalizada”. Sin embargo, han ratificado normas que restringen la voz de las mujeres en espacios públicos.
A pesar de que ningún gobierno ha reconocido formalmente a los talibanes, Rusia ha comenzado a construir relaciones con ellos desde 2021. La creciente amenaza de grupos terroristas como el Estado Islámico ha llevado a un acercamiento entre Rusia y los talibanes para colaborar en medidas antiterroristas y antidrogas.
Además, este movimiento también responde a la necesidad de Rusia de crear un bloque que contrarreste la influencia de Occidente, especialmente en el contexto de la guerra de Ucrania. Los talibanes han expresado su interés en unirse a conferencias relacionadas con el BRICS, lo que refleja un cambio en la dinámica geopolítica.