Rudy Giuliani se declaró en quiebra ante un tribunal federal de Nueva York este jueves, pocos días después de que un jurado le ordenara pagar casi US$ 150 millones a dos extrabajadoras electorales de Georgia por difamación. Según los documentos, Giuliani detalló deudas de entre US$ 100 y 500 millones y activos por valor de hasta US$ 10 millones. La declaración de bancarrota representa otro revés para el exalcalde de la ciudad de Nueva York, fiscal federal y antiguo favorito para la candidatura presidencial republicana, todo ello derivado de su época como abogado del expresidente Donald Trump, después de las elecciones de 2020. Giuliani enumera casi US$ 1 millón en impuestos no pagados entre sus obligaciones, así como cientos de miles de dólares en deudas a abogados y contadores. También menciona demandas pendientes, incluidos tres casos de difamación por sus declaraciones después de las elecciones de 2020 que aún no han ido a juicio y podrían aumentar su deuda si se le ordena pagar daños y perjuicios en esos casos. La medida de Giuliani ocurre un día después de que el juez federal que supervisó el mediático caso de difamación dijera que las dos demandantes, Ruby Freeman y Shaye Moss, pueden comenzar a intentar cobrar a Giuliani de inmediato.
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