El consumo excesivo de alcohol puede tener efectos tóxicos en el organismo, desencadenando o empeorando diversas enfermedades. Este riesgo está relacionado con la cantidad de alcohol consumido, aumentando proporcionalmente con la dosis. Los problemas que el alcohol puede provocar afectan a diferentes sistemas del cuerpo, como el digestivo, causando hepatitis, pancreatitis y alteraciones gástricas. También impacta en el sistema músculo-esquelético, cardiovascular, respiratorio, metabólico, hematológico, neurológico y en la piel.
La interacción entre el alcohol y ciertos medicamentos, como el ibuprofeno, es motivo de preocupación. Muchas personas consumen alcohol mientras están bajo tratamiento con ibuprofeno, pero el verdadero riesgo depende de la cantidad de alcohol ingerida. Según el Col·legi de Farmacèutics de Barcelona, el impacto de esta interacción varía según el consumo sea ocasional o crónico.
Cuando se toma alcohol ocasionalmente, se reduce el metabolismo del ibuprofeno, lo que provoca que el medicamento permanezca más tiempo en el cuerpo, aumentando su efecto y el riesgo de toxicidad. Esto puede intensificar los efectos secundarios del ibuprofeno, incrementando la posibilidad de daños. Por otro lado, el consumo habitual de alcohol acelera el metabolismo, lo que puede disminuir el efecto del ibuprofeno, requiriendo dosis más frecuentes.
La combinación de alcohol e ibuprofeno puede aumentar el riesgo de efectos secundarios, especialmente en el sistema digestivo. Los antiinflamatorios no esteroides, como el ibuprofeno, pueden dañar la mucosa gástrica, y el alcohol agrava este efecto al estimular la secreción de ácido en el estómago. Esto puede resultar en síntomas como dolor estomacal, acidez, y en casos graves, úlceras y hemorragias digestivas.
El ibuprofeno, cuando se usa correctamente, es eficaz para aliviar el dolor y la inflamación. Sin embargo, su uso puede provocar efectos secundarios como irritación de la mucosa gástrica. Mezclar alcohol e ibuprofeno aumenta este riesgo, ya que el alcohol daña la barrera protectora de la mucosa gástrica. Los efectos adversos incluyen epigastralgia, pirosis, úlceras gástricas y hemorragias digestivas, que pueden ser emergencias médicas.
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