En Nueva York, conseguir una reserva en un restaurante popular puede ser un desafío. Ante esta demanda, ha surgido un nuevo negocio en el que empresas y emprendedores tecnológicos se ofrecen a ayudar a los comensales a conseguir reservas a cambio de dinero. Algunas personas están ganando hasta 80.000 dólares al año revendiendo reservas que previamente han hecho en restaurantes de la ciudad. Este negocio se ha convertido en un juego para algunos, que ven la obtención de reservas como una forma de ganar dinero mientras están en casa. Además, se utilizan bots y ordenadores automatizados para capturar reservas abiertas. Esta práctica ha generado controversia, pero sigue siendo una oportunidad lucrativa para aquellos que están dispuestos a pagar por una reserva en su restaurante favorito.