El Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE) ha detectado diversas incidencias en la gestión de los fondos europeos del Plan de Recuperación. Estas incluyen renuncias de beneficiarios debido a retrasos en la obtención de permisos y autorizaciones administrativas, así como complicaciones en los procesos de reintegro de ayudas. Además, se han presentado problemas relacionados con la incautación de garantías cuando no se ha podido llevar a cabo la actuación subvencionada.
Ante esta situación, el IDAE ha tenido que reorganizar su estructura interna para abordar con mayor agilidad las dificultades administrativas que enfrenta en la distribución de los cerca de 10.000 millones de euros asignados. Este organismo, que es uno de los principales adjudicadores de fondos europeos en España, ha reconocido que el aumento exponencial en la concesión de subvenciones ha generado un volumen significativo de incidencias.
El IDAE gestiona programas de ayudas clave, como las subvenciones para mejorar la eficiencia energética de edificios y las ayudas para la instalación de energías renovables. Para mejorar la operativa, se han delegado competencias hacia la Dirección General, lo que permitirá tramitar solicitudes de modificación de proyectos con mayor rapidez.
A pesar de estas medidas, las críticas sobre la complejidad del procedimiento administrativo y los requisitos excesivos para acceder a las ayudas persisten. Informes de consultoras como LLyC y KPMG han señalado que la burocracia y la falta de capacidad de las administraciones están ralentizando la ejecución de los fondos europeos. Las organizaciones empresariales han expresado su preocupación por la carga de trabajo derivada del Plan de Recuperación, lo que ha llevado a un escaso éxito en algunas convocatorias.
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