Un informe del servicio de auditoría interna del Gobierno de los Estados Unidos ha hallado que los restos nucleares en España tras el accidente aéreo en la localidad almeriense de Palomares en 1966 producen aún «efectos duraderos». El informe destaca que desde 2015 no ha habido avances significativos en las negociaciones entre Washington y Madrid para resolver el problema de la contaminación residual en el sitio de Palomares. El Gobierno español ha retomado el proceso para forzar a EE.UU. a que limpie el área afectada. El informe recomienda que el Secretario de Energía desarrolle una estrategia de comunicación sobre la contaminación radiactiva. El accidente en Palomares ocurrió cuando dos aviones militares estadounidenses chocaron en el aire, dispersando carga nuclear en la zona. Aún hay material contaminado en Palomares y la asistencia de EE.UU. es vital para encontrar una solución de almacenamiento final. El informe también destaca que el desarrollo de la zona ha aumentado el riesgo de contaminación. Las negociaciones entre ambos países no han culminado en un acuerdo final. La zona de Palomares ha tenido dificultades para vender sus productos agrícolas debido al estigma de una posible contaminación radiológica. El informe concluye que cierta contaminación permanece en Palomares después de las operaciones de limpieza acordadas.
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