La edad de emancipación de los jóvenes en España se sitúa en los 30,3 años, según el Consejo de Juventud en España. A pesar de un aumento del 4,6 % en el salario medio de los jóvenes, el precio de las viviendas en alquiler subió un 7,55 %, situándose en 912 euros. Esto implica que una persona joven tendría que destinar el 83,7 % de su salario para cubrir el alquiler. Además, los suministros y servicios de una vivienda tienen un costo promedio de 141 euros mensuales, elevando el gasto total a 1.053 euros al mes, representando el 96,6 % de su salario.
En este contexto, muchos jóvenes optan por permanecer en la vivienda familiar para ahorrar dinero. Cuando deciden independizarse, enfrentan la decisión de alquilar o comprar una vivienda. Para aquellos que eligen comprar, es fundamental tener en cuenta varios requisitos.
El requisito principal es disponer del dinero necesario para la operación, ya sea para pagar al contado o para cubrir la entrada y los gastos asociados a la compraventa en caso de solicitar una hipoteca. Esto implica contar con ahorros suficientes y una estabilidad laboral y económica que permita afrontar las mensualidades del préstamo hipotecario.
Además, se requiere una serie de documentos durante el proceso de compra, especialmente si la vivienda es nueva. Entre estos documentos se incluyen el libro del edificio, el certificado de final de obra, la licencia de primera ocupación y la cédula de habitabilidad. Para viviendas de segunda mano, se necesitan la nota simple, el certificado de Inspección Técnica del Edificio (ITE), el Informe de Evaluación del Edificio (IEE) y el certificado de eficiencia energética.
Imagen: infobae
