En medio de la creciente tensión entre Occidente y Rusia, Putin ha restablecido los distritos militares de Moscú y Leningrado, lo que indica una preparación para una posible guerra a gran escala con la OTAN en el futuro. Expertos señalan que esta medida forma parte de los esfuerzos de reforma y reestructuración militar rusa, permitiendo a Rusia adoptar una postura contra la OTAN y racionalizar el mando y control de la guerra en Ucrania. Además, se ha observado un intento por parte del Kremlin de construir una narrativa para justificar posibles ataques híbridos rusos contra Moldavia, los Estados bálticos, Dinamarca y Finlandia. La recreación del Distrito Militar de Leningrado sugiere que las autoridades rusas esperan saturar con tropas el distrito recién creado para posibles conflictos con los países bálticos y Finlandia. Todo esto apunta a una clara intención del Kremlin de utilizar estos distritos militares para adoptar una postura contra la Alianza Atlántica.
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