Las estaciones de esquí están a pleno rendimiento y es importante proteger los ojos del sol y el frío. El reflejo del sol en la nieve es más intenso y la radiación ultravioleta aumenta a gran altitud. Además, el viento y las partículas en suspensión pueden dañar la córnea. Pasar un día en la nieve puede ser más dañino para los ojos que en la playa, ya que la nieve refleja más del 80% de la luz solar. Los niños son especialmente vulnerables a la radiación solar en la nieve. Los síntomas de daño ocular incluyen irritación, lagrimeo y disminución de la visión. Es importante utilizar gafas de sol homologadas con un factor de protección mínimo de 3 y preferiblemente con protecciones laterales.
Imagen | Sport