El propóleo es un material similar a la resina fabricado por las abejas a partir de las yemas de los álamos y los árboles conos. Las abejas lo usan para construir colmenas y puede contener subproductos de las colmenas. Esta sustancia parece ayudar a combatir bacterias, virus y hongos, y también podría tener efectos antiinflamatorios y ayudar a curar la piel.
Las personas comúnmente la usan para la diabetes, el herpes labial y la hinchazón, así como las llagas dentro de la boca. También se utiliza para quemaduras, úlceras bucales, herpes genital y muchas otras condiciones, pero no existe una buena evidencia científica que respalde estos usos.
La ingesta de propóleo parece mejorar el control del azúcar en sangre en personas con diabetes, pero no afecta los niveles de insulina ni mejora la resistencia a la insulina. La aplicación de un ungüento o crema que contenga propóleo puede ayudar a que el herpes labial se cure más rápido y reducir el dolor. Tomar propóleo por vía oral o enjuagarse la boca con un enjuague bucal de propóleo ayuda a curar las llagas causadas por los medicamentos contra el cáncer.
Es importante tener en cuenta que el propóleo puede causar reacciones alérgicas, especialmente en personas alérgicas a otros productos apícolas. También puede causar irritación y úlceras en la boca. No se recomienda su uso durante el embarazo debido a la falta de información confiable, y se debe usar con precaución en personas con trastornos hemorrágicos o que estén tomando medicamentos que retardan la coagulación de la sangre.
El propóleo puede interactuar con algunos medicamentos, como aquellos que son degradados por el hígado, y puede cambiar los efectos y efectos secundarios de estos medicamentos. También puede aumentar el riesgo de hematomas y hemorragias cuando se toma junto con medicamentos que retardan la coagulación de la sangre, como la warfarina. Además, tomar propóleo junto con otros suplementos que tienen efectos similares puede aumentar el riesgo de hemorragia en algunas personas.
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