Project Natick nació en 2013 con el objetivo de explorar la viabilidad de centros de datos submarinos. Microsoft sumergió un cilindro herméticamente sellado con 864 servidores a 36 metros de profundidad junto a las Islas Orcadas, en Escocia. Este experimento buscaba evaluar la sostenibilidad de un centro de datos alimentado por energías renovables y comparar la tasa de fallos con centros terrestres.
El cilindro estuvo sumergido durante dos años y, en 2020, Microsoft recuperó el centro de datos, considerándolo un éxito. Solo seis de los 864 servidores fallaron, en comparación con ocho fallos en un centro terrestre similar. La estabilidad de la temperatura del agua y el uso de nitrógeno inerte contribuyeron a la longevidad de los servidores.
Noelle Walsh, Jefa de Operaciones en la Nube e Innovación de Microsoft, destacó que el proyecto ha proporcionado valiosos aprendizajes sobre la optimización de sistemas de refrigeración y el diseño de soluciones para minimizar vibraciones e impactos. Aunque Microsoft no planea continuar con centros de datos submarinos por ahora, los conocimientos adquiridos serán útiles para futuros proyectos.
Curiosamente, China ha iniciado un experimento similar en la costa sur de Hainan, subrayando la importancia de innovaciones que reduzcan el impacto medioambiental de los centros de datos.
Imagen: Microsoft