La evaluación intermedia de la Comisión Europea sobre el funcionamiento del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia ha confirmado problemas en la ejecución de los fondos en España. A pesar de esto, España ha sido uno de los países que más partido ha sacado del instrumento, impulsando su PIB y reduciendo su tasa de desempleo. Se espera que los fondos ahorren medio punto de PIB de gasto público y reduzcan la deuda pública en 10 puntos. Sin embargo, las autoridades europeas expresaron frustración por no alcanzar los objetivos de reactivación económica y dudan de la permanencia del mecanismo. Además, se ha detectado el uso de los fondos del Next Generation para proyectos antiguos y políticas públicas, lo que genera preocupación sobre su financiación futura.
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