¿Por qué odiamos escuchar nuestra propia voz grabada? La ciencia detrás del fenómeno

Escuchar nuestra propia voz grabada puede ser una experiencia desconcertante y desagradable. Este fenómeno es más común de lo que parece y tiene una explicación científica. Cuando hablamos, el sonido de nuestra voz llega a nuestros oídos a través del aire, pero también a través de nuestros huesos y tejidos. Esta combinación de medios hace que el sonido sea más complejo y lleno de matices desde dentro.

Los medios sólidos, como los huesos, afectan la frecuencia de las ondas sonoras, haciendo que nuestra voz suene más grave para nosotros mismos. Sin embargo, cuando escuchamos una grabación, solo percibimos el sonido transmitido por el aire, lo que hace que nuestra voz suene más aguda y diferente a lo que estamos acostumbrados.

Este fenómeno no es exclusivo de la voz. También ocurre con nuestra imagen. Estamos tan acostumbrados a vernos en los espejos que nos resulta raro vernos en fotos o videos. La llegada de dispositivos electrónicos ha cambiado nuestra percepción, pero no ha resuelto completamente el problema.

En resumen, la razón por la que odiamos escuchar nuestra propia voz grabada es porque suena diferente a lo que estamos acostumbrados. Esta diferencia se debe a la forma en que el sonido se transmite a través de diferentes medios. Aunque la tecnología ha avanzado, la sensación de extrañeza al escuchar nuestra voz grabada sigue siendo común.

Imagen: Clem Onojeghuo

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