La leche entera es más cara que la leche desnatada debido a dos razones principales. En primer lugar, la leche de vaca se somete a un proceso de centrifugado para separar la parte grasa de la parte líquida. Esta parte grasa tiene un uso industrial aparte en otros productos como natas o mantequillas, lo que lo hace más rentable. Sin embargo, cuando se producen las leches, se añade esta parte de la grasa que se ha centrifugado previamente. En segundo lugar, la leche entera tiene un porcentaje de grasa mayor que la leche desnatada, lo que la hace más costosa de producir. Aunque podría pensarse que la leche entera debería ser más barata al necesitar menos tratamiento, la adición de su propia grasa y el proceso de centrifugado justifican su precio más alto. A pesar de que la diferencia nutricional entre la leche entera y la desnatada no es significativa, la industria alimentaria aprovecha la demanda de leche entera y su uso en otros productos para establecer un precio más elevado. En resumen, la leche entera es más cara que la leche desnatada debido a la adición de grasa y al proceso de centrifugado que se realiza durante su producción.
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