El Premio Oscar representa la cúspide del éxito en el cine, un trofeo de oro macizo que simboliza la excelencia en la industria. Sorprendentemente, su valor monetario se fija en tan solo un dólar, pero ¿cuál es la razón detrás de esta aparente contradicción? La explicación se encuentra en una ley de 1950, diseñada para preservar el prestigio de los premios al evitar su venta o subasta. Esta normativa asegura que los Oscar permanezcan fuera del mercado negro, manteniendo su estatus y valor simbólico intactos. Los ganadores y sus herederos están obligados a ofrecer la estatuilla de vuelta a la Academia de Cine por un dólar si deciden desprenderse de ella. No obstante, los premios otorgados antes de 1950 están exentos de esta regla, permitiendo que ítems como el Oscar a ‘Mejor Película’ de 1940 por ‘Lo que el viento se llevó’, vendido a Michael Jackson por 1.54 millones de dólares, encuentren su camino a las subastas. Para los coleccionistas y amantes del cine, aún hay oportunidades de poseer un pedazo de historia del cine, aunque requiere paciencia y una inversión considerable.
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