El enamoramiento provoca síntomas como falta de sueño, falta de concentración y suspiros constantes. La falta de sueño se debe a la reducción de la producción de cortisol, una hormona esteroidea que se genera en la glándula suprarrenal. Esta hormona actúa como neurotransmisor en el cerebro y está relacionada con el estrés. Cuando estamos enamorados, se reduce la producción de cortisol, lo que puede causar problemas de sueño y falta de concentración. Por otro lado, la liberación de adrenalina durante el enamoramiento provoca una reducción del flujo sanguíneo al órgano, lo que causa mariposas en el estómago. A medida que la relación evoluciona y se vuelve más madura, nuestro organismo es capaz de regular las alarmas y reducir el nivel de estrés, lo que mejora la relación con nuestra pareja y disminuye las secreciones hormonales. En resumen, el amor puede afectar nuestra concentración y sueño debido a la reducción de la producción de cortisol y la liberación de adrenalina.
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