El primer ministro polaco, Donald Tusk, anunció un decidido refuerzo de las defensas militares en la frontera con Bielorrusia como medida de precaución ante la ‘guerra híbrida’ lanzada por el régimen de Alexander Lukashenko. Tusk declaró que ‘hay una guerra híbrida en curso que ha sido declarada por un país, Bielorrusia, que tiene intenciones cada vez más agresivas hacia Polonia’ y adelantó que ‘no debe haber límites para los esfuerzos ni para los fondos’ destinados a defender las fronteras polacas. Además, se construirá una fortificación moderna a lo largo de toda la frontera oriental de Polonia.
Tusk visitó a guarniciones del Ejército en la región de Podlaquia y confirmó que cada vez hay más cruces ilegales desde Bielorrusia y que se prevé que pronto haya aún más. Por ello, se construirán fortificaciones que complementen el muro fronterizo que se levantó hace dos años. Además, Polonia construirá nueva infraestructura de defensa en la frontera con el enclave ruso de Kaliningrado.
La vigilancia de esta frontera carece de los fondos necesarios y los aviones y helicópteros destinados a esta misión permanecen gran parte del tiempo en tierra por falta de personal. En coincidencia con el anuncio del refuerzo militar, Tusk ha anunciado también el relevo de cuatro de sus ministros, entre ellos el de Interior. Los servicios de Inteligencia polacos han hecho varias advertencias que corroboran alarmas ya activadas por los servicios secretos de los países bálticos.
La tensión entre Polonia y Bielorrusia ha aumentado en las últimas semanas, con la multiplicación de las entradas ilegales en la frontera. Polonia mantiene desplegados a lo largo de sus 400 kilómetros de frontera con Bielorrusia un contingente de 4.000 soldados y un número variable de miembros de la Guardia Fronteriza. Tusk ha subrayado la necesidad de introducir cambios en la ley que proporcionen a los soldados y oficiales una plena sensación de seguridad jurídica en sus actividades en la frontera.
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