Desde el 1 de octubre de 2024, circular con un coche diésel en París se vuelve cada vez más complicado. La venta de gasóleo ha sido prohibida en las cuatro principales gasolineras de la ciudad, una medida adoptada por el ayuntamiento en su lucha contra la contaminación atmosférica. Esta decisión está alineada con el compromiso de la alcaldesa Anne Hidalgo de eliminar el diésel de la capital.
A pesar de que estas cuatro gasolineras representan solo una pequeña parte de las más de 40 en París, dispensan aproximadamente 750.000 repostajes al año, lo que equivale a la mitad del gasóleo consumido en la ciudad. Al limitar los puntos de repostaje, el ayuntamiento busca reducir la contaminación y restringir la circulación de vehículos diésel.
La prohibición se implementará de forma gradual, afectando eventualmente a otras estaciones de servicio. Aunque el consistorio parisino no tiene vehículos diésel en su parque móvil desde 2020, muchos profesionales y servicios públicos aún dependen de ellos. Esto incluye a la policía, bomberos, ambulancias y empresas de transporte público.
Sin embargo, la efectividad de esta medida es cuestionable. Los conductores de diésel pueden simplemente repostar en otras gasolineras, lo que podría generar más emisiones y micropartículas. A pesar de las críticas, el ayuntamiento defiende que es un paso necesario hacia un aire más limpio en la ciudad.
Imagen: Motorpasión