Una de cada tres fecundaciones in vitro en España se realiza con óvulos de otra mujer, un tratamiento cada vez más común cuando la fertilidad natural ya no es posible. Este proceso, conocido como ovodonación, plantea un debate sobre si se trata de un gesto altruista o una transacción comercial, dado que las donantes reciben hasta 1.300 euros como compensación.
La ley de reproducción asistida en España establece que las donaciones deben ser gratuitas, aunque permite compensaciones por las molestias causadas, como la punción folicular, análisis y desplazamientos a la clínica, lo que puede implicar un día de baja laboral. Sin embargo, la mayoría de las donantes son jóvenes en situación económica precaria que necesitan dinero rápido, mientras que las receptoras suelen ser mujeres que han retrasado la maternidad y ya no son fértiles.
Los donantes de semen, en comparación, reciben entre 30 y 50 euros por muestra, un proceso menos invasivo. Sin las compensaciones económicas, las clínicas de reproducción asistida tendrían dificultades para obtener suficientes óvulos para satisfacer la demanda. Desde la Comisión de Bioética de la Universitat de Barcelona, se reclama que las donaciones mantengan la gratuidad para evitar que las mujeres en situación de vulnerabilidad económica perciban la compensación como un precio.
Por otro lado, algunas expertas, como la antropóloga Diana Marre del grupo de investigación AFIN (UAB), argumentan que las donantes deberían recibir una mayor retribución debido a la rentabilidad que generan para el sector de la reproducción asistida.
Imagen: EP