La implosión del submarino de OceanGate el verano pasado, que resultó en la trágica pérdida de cinco vidas, dejó una advertencia clara sobre los peligros del océano. OceanGate se dedicaba a llevar a personas adineradas a ver los restos del Titanic, pero este viaje terminó en desastre. La empresa cerró, subrayando la peligrosidad de estas experiencias. Sin embargo, otro multimillonario está decidido a demostrar que es posible realizar estos viajes de manera segura.
OceanGate no era la única empresa en este campo. Eyos, Triton y U-Boat Worx también se especializan en experiencias submarinas exclusivas. La implosión del Titan afectó a estas empresas, como Triton, que había entregado 18 sumergibles personales en 15 años y tenía otros 15 proyectos en marcha. Uno de estos proyectos, un submarino de cuatro millones de dólares, fue cancelado inmediatamente tras el incidente.
Unos días después de la tragedia, Larry Connor, un inversor inmobiliario y fundador de The Connor Group, contactó a Triton. Connor, conocido por sus aventuras en la Fosa de las Marianas y la Estación Espacial Internacional, propuso construir un submarino que pudiera sumergirse repetidamente a la profundidad del Titanic de manera segura. El objetivo es demostrar que el océano, aunque poderoso, puede ser maravilloso y seguro si se aborda correctamente.
Connor y Patrick Lahey, cofundador de Triton, planean descender a los restos del Titanic en el Triton 4000/2 Abyssal Explorer, un sumergible para dos personas capaz de alcanzar los 4.000 metros de profundidad. Aunque el precio del submarino es de 20 millones de dólares, Connor está decidido a demostrar la seguridad de estas expediciones.
Por otro lado, Guillermo Söhnlein, cofundador de OceanGate, no ha abandonado sus ambiciones y trabaja en un nuevo proyecto: una colonia humana flotante en Venus para el año 2050. La idea es establecer una colonia a 48 kilómetros de la superficie del planeta, donde las condiciones de presión y temperatura son más moderadas.
Imagen: Triton Subs
