El incremento en las pensiones mínimas ha llevado a miles de familias a perder beneficios fiscales previamente disponibles, provocando una compleja situación. Las pensiones mínimas, tras un aumento del 2.5%, superaron el límite de ingresos permitido para calificar para una ayuda fiscal de entre 1.150 y 1.400 euros en el IRPF para aquellos con ascendientes a cargo. Este cambio, resultado de las declaraciones de renta de 2022, ha causado desconcierto y dificultades financieras entre contribuyentes que, sin saber, aplicaron la deducción y ahora enfrentan rectificaciones, sanciones, e intereses de demora.
Originalmente, la ley establecía un límite de 8.000 euros en ingresos anuales para acceder a estas ayudas, cifra que fue elevada a 10.000 euros tras una reforma, no obstante, el reciente incremento en las pensiones ha hecho que muchas familias excedan este umbral. Historias personales como la de Noelia, cuya familia ha tenido que pagar casi 3.000 euros adicionales en IRPF por un pequeño aumento en la pensión de su abuela, ilustran el impacto adverso de esta situación. A pesar de los desafíos que presenta el sistema actual y las críticas por la falta de flexibilidad en la aplicación de estas normas, la respuesta del Gobierno ha sido mantener el límite actual, argumentando que las subidas pensionales no representan un perjuicio neto para las familias.
Este escenario subraya la importancia de estar al tanto de las modificaciones en la legislación fiscal y cómo pueden influir en la economía familiar, especialmente para aquellos que dependen de deducciones fiscales para equilibrar sus finanzas. La situación pide una revisión y adaptación continua de las políticas para asegurar que las ayudas fiscales cumplen efectivamente su propósito sin generar cargas imprevistas a las familias afectadas.
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