El Miércoles de Ceniza marca el comienzo de la Cuaresma, los 40 días de preparación para la Semana Santa. Su origen se remonta al siglo II, cuando los cristianos realizaban dos días de ayuno y penitencia. Con el tiempo, se decidió instaurar 40 días de preparación, en referencia a los días que Jesús pasó en el desierto. El Miércoles de Ceniza se celebra con la imposición de ceniza en forma de cruz en la frente de los fieles, recordando la fugacidad de la vida terrenal. Durante la Cuaresma, los cristianos practican el ayuno, la abstinencia y la penitencia, siendo común omitir una comida del día y abstenerse de comer carne. Además, se realizan pequeños sacrificios y reflexiones para recordar los días en que el Señor murió y resucitó. El Miércoles de Ceniza marca el inicio de un tiempo de recogimiento y preparación espiritual para los cristianos.
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