Microsoft ha solicitado a entre 700 y 800 ingenieros de IA y computación en la nube en China que consideren un cambio de ubicación. Este movimiento se produce en un contexto de crecientes tensiones entre Estados Unidos y China en el ámbito tecnológico, especialmente en inteligencia artificial (IA).
La decisión de Microsoft no solo impacta en la vida de estos trabajadores cualificados, sino que también podría alterar las capacidades de investigación y desarrollo (I+D) de la empresa en China. En los últimos dieciocho meses, la competencia tecnológica entre ambos países se ha intensificado, lo que ha llevado a las empresas estadounidenses a reducir la transferencia de conocimientos y a gestionar los riesgos de seguridad.
Microsoft ha ofrecido a sus ingenieros la opción de trasladarse a Estados Unidos, Canadá, Irlanda, Australia o Nueva Zelanda. Es importante destacar que estos traslados son opcionales, no obligatorios. Actualmente, la empresa cuenta con aproximadamente 9.000 empleados en China, siendo la mayoría de ellos dedicados a I+D, lo que convierte a este país en su mayor centro de innovación fuera de Estados Unidos.
Este dilema plantea a los empleados una decisión crucial: sopesar las oportunidades profesionales que ofrece la reubicación frente a los lazos familiares y culturales que podrían dejar atrás. El desenlace de esta propuesta aún está por definirse, y será interesante observar cuántos ingenieros aceptan la oferta y cómo afectará esto a las capacidades de IA de Microsoft y su posición en el mercado chino.
A medida que la desvinculación tecnológica entre Estados Unidos y China se acelera, es probable que otros gigantes de Silicon Valley enfrenten dilemas similares respecto a su talento en China.
Imagen: Microsoft
