El café es una bebida maravillosa con múltiples beneficios para la salud. Sin embargo, para disfrutar de su sabor y propiedades al máximo, es crucial moler los granos justo antes de prepararlo. Cuando el café se muele, el oxígeno comienza a oxidar sus moléculas, afectando negativamente su sabor y aroma. Por ello, es recomendable invertir en un buen molinillo y realizar la molienda en casa.
El café molido en el supermercado suele estar oxidado, lo que disminuye su calidad. Incluso si se compra en una tienda de especialidad, el café molido pierde rápidamente sus propiedades. La mejor opción es molerlo justo antes de consumirlo. Esto no solo mejora el sabor, sino que también preserva sus beneficios para la salud.
Existen diferentes tipos de molinillos: manuales, eléctricos y económicos. Los molinillos eléctricos con control de grosor son los más recomendables, aunque cualquier molinillo mejorará el sabor del café. Además, es útil aplicar un poco de agua a los granos antes de molerlos para reducir la electricidad estática y evitar que las partículas se adhieran a las paredes del molinillo.
El grosor de la molienda también es importante y debe ajustarse según el tipo de café que se desee preparar. Un espresso requiere una molienda muy fina, mientras que un café de filtro necesita una molienda más gruesa. Ajustar el grosor de la molienda asegura una extracción óptima y un sabor equilibrado.
En resumen, moler el café en casa justo antes de prepararlo es esencial para disfrutar de una taza de café de alta calidad. Este simple gesto mejora el sabor y preserva las propiedades beneficiosas del café, haciendo que cada taza sea una experiencia única y placentera.
Imagen: Natham Dumlao