La política municipal de Málaga enfrenta un desafío inesperado: la creciente población de jabalíes y cerdos asilvestrados. Este problema ha llevado al Ayuntamiento a replantear su estrategia tras recibir críticas de asociaciones animalistas y grupos de oposición.
Inicialmente, se había aprobado el uso de arcos para abatir a estos animales, pero la controversia generada ha llevado a la decisión de utilizar dardos narcóticos como una alternativa más ética. La concejala de Sostenibilidad Medioambiental, Penélope Gómez, ha afirmado que se tiene un 99% de confianza en la eficacia de este nuevo método.
Sin embargo, el cambio de estrategia es provisional. Si los dardos no demuestran su efectividad, el Ayuntamiento no descarta volver a la caza con arcos. Además, se han explorado otras opciones, como la vacunación para esterilizar a los jabalíes, aunque esta solución presenta limitaciones significativas.
El problema de los jabalíes no es exclusivo de Málaga. Otras ciudades españolas también han enfrentado situaciones similares, con avistamientos de estos animales en zonas urbanas. Las críticas hacia el uso de arcos han llevado a algunas localidades a reconsiderar sus métodos de control.
El Ayuntamiento de Málaga ha implementado medidas como la instalación de abrevaderos para disuadir a los jabalíes de acercarse al casco urbano. Sin embargo, la situación sigue siendo compleja, ya que la población de jabalíes ha aumentado significativamente en los últimos años, alcanzando cifras alarmantes.
La Junta de Andalucía ha declarado la emergencia cinegética para abordar la sobrepoblación de jabalíes y cerdos asilvestrados, reconociendo los riesgos que estos animales representan para el ecosistema y la agricultura. La transformación del entorno rural y la falta de depredadores han contribuido a este problema, que requiere una solución integral y sostenible.
Imagen: Stein Arne Jensen (Flickr) 1 y 2 y Baker County Tourism Travel Baker County (Flickr)
