Apple ha sorprendido al permitir emuladores en la App Store después de años de negarles acceso. Esta decisión llega en un momento en el que la compañía enfrenta una investigación antimonopolio en Estados Unidos y la aparición de tiendas alternativas en la Unión Europea. Aunque los emuladores ya existían en otras plataformas, su llegada a iOS y iPadOS ha generado un gran interés en los jugadores que antes no podían acceder a estos títulos en sus dispositivos.
El creador de Delta, Riley Testut, compara esta situación con el “momento Napster” de la emulación, en el que muchas personas acceden a las ROMs de los juegos sin pasar por los fabricantes originales. Testut sugiere que el siguiente paso debería ser el “momento iTunes”, en el que los fabricantes distribuyan las ROMs a un precio bajo, similar a lo que hizo iTunes con las canciones a 99 centavos. Algunos fabricantes ya ofrecen acceso a estos juegos a través de sus suscripciones en línea, pero solo desde sus dispositivos, lo que limita la experiencia de juego en móviles y tablets.
La nostalgia y el interés por revivir experiencias pasadas son algunos de los motivos que impulsan el auge de los juegos retro. Además, estos juegos suelen ser más sencillos y no tienen microtransacciones, lo que los hace atractivos para muchos jugadores. Si Apple logra impulsar la monetización directa de las ROMs en aplicaciones móviles, podría abrir una nueva fuente de ingresos para empresas como Sony, Nintendo y SEGA. Sin embargo, por el momento, los propietarios de los derechos de los juegos no ven un beneficio directo por los lanzamientos de emuladores.
En resumen, la decisión de Apple de permitir emuladores en la App Store ha generado un gran interés en los juegos retro entre los usuarios de iOS y iPadOS. Esto ha llevado a un aumento en el lanzamiento de emuladores y ha despertado la esperanza de que los fabricantes comiencen a distribuir las ROMs de manera oficial. Si esto sucede, podría haber un cambio significativo en la industria de los videojuegos y una nueva fuente de ingresos para los fabricantes de juegos retro.
Imagen: Xataka, Mockuuups Studio
