Los drones kamikaze ‘Shahed-136’, conocidos como los ‘cortacésped’, son empleados por Rusia en ofensivas aéreas en Ucrania. Estos drones, de fabricación iraní, tienen un coste unitario de 375.000 dólares y se ha revelado que Rusia adquirió la licencia para producirlos. Además, se ha descubierto que ya se están ensamblando drones iraníes en territorio ruso. El uso de drones por parte de Rusia está complicando las operaciones ucranianas en el campo de batalla. Rusia también está desarrollando un nuevo dron llamado Hawk, más barato y con un alcance de 350 kilómetros.
Imagen: Reuters