Los cristales de tiempo, una estructura de la materia propuesta por el físico Frank Wilczek en 2012, están demostrando ser capaces de estabilizar los ordenadores cuánticos. Estos cristales, que se forman a partir de magnones, cuasipartículas de espín 1, han sido recreados por varios grupos de investigación, incluyendo uno de la Universidad de Lancaster y otro de la Academia China de Ciencias. Los cristales de tiempo permiten prolongar el entrelazamiento cuántico entre los cúbits de un ordenador cuántico, lo que contribuye al escalado de estas máquinas. Además, se ha propuesto utilizarlos para medir el tiempo y la distancia con gran precisión, lo que podría mejorar los sistemas de GPS, las telecomunicaciones y la criptografía. También podrían ser utilizados para procesar información cuántica y fabricar cúbits de mayor calidad. Estos avances representan la primera aplicación práctica de los cristales de tiempo y podrían abrir la puerta a futuras aplicaciones revolucionarias. Los cristales de tiempo están demostrando que pueden desafiar las leyes de la física y ofrecer soluciones innovadoras en el campo de la computación cuántica.
Imagen: IBM