Existen muchas barreras aún en torno al coche eléctrico que impiden que este despegue como se espera. La desconfianza hacia una tecnología con la que no estamos familiarizados, la infraestructura de carga, el precio, la ansiedad por la autonomía o el miedo a quedarse tirados son algunos de los factores que afectan su adopción.
Un estudio realizado por la empresa de plataformas digitales VerticalScope ha encuestado a 1.200 propietarios de coches eléctricos. De ellos, el 9,1 % se quedaron tirados, pero pocos de ellos por quedarse sin autonomía. La razón más común por la que los propietarios informaron que se quedaron tirados (un 6,4 %) se debió a un problema puramente mecánico, como un componente de la suspensión o la transmisión.
Además, un 2,1 % de los encuestados reportaron problemas de software. Es importante destacar que hoy en día el software controla la mayoría de las funciones clave del vehículo, lo que puede influir en la experiencia del usuario. En cuanto a agotar la autonomía, solo un 0,6 % reportó haberse quedado tirado por este motivo, lo que puede acarrear una multa.
El estudio también analiza qué marcas han tenido más problemas. General Motors y Nissan han sido las que más propietarios han reportado haberse quedado tirados, en torno al 20 %. Por otro lado, un tercio de los propietarios del malogrado Fisker Ocean han afirmado haber tenido este problema al menos una vez. En cuanto a Tesla, solo el 7 % de los propietarios informan haberse quedado tirados alguna vez, y ninguno reporta que se debió al software. BMW arroja resultados aún mejores, con modelos como el i4, el i5 y el iX teniendo un porcentaje del 5 % o menos.
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Imagen: Motorpasión
