Los barcos autónomos están evolucionando en paralelo a los vehículos autónomos terrestres. La industria de los barcos autónomos lleva años en funcionamiento, con aplicaciones en el análisis del lecho marino, la monitorización de accidentes y la exploración de zonas peligrosas. Estos barcos pueden ser más pequeños y maniobrables, ya que no requieren una gran tripulación. Existen diferentes niveles de autonomía, desde sistemas de piloto automático hasta barcos completamente autónomos. El papel del capitán en los barcos autónomos es un tema que se está debatiendo actualmente. Los centros de control remoto desde tierra son responsables de supervisar y controlar los barcos autónomos. La IA y las cámaras 360º son utilizadas para el control y la navegación. Los barcos autónomos tienen el potencial de reducir los accidentes marítimos y ser más sostenibles, ya que pueden seguir rutas más óptimas y ser más eficientes en el consumo de combustible. Sin embargo, existen desafíos como los problemas mecánicos, los ciberataques y la coordinación con los códigos y regulaciones marítimas. Se espera que los barcos autónomos se conviertan en una realidad en un futuro cercano.
Imagen: Ocean Infinity (YouTube)