Andrés Manuel López Obrador ha descarrilado los intentos de Claudia Sheinbaum por mejorar las relaciones con el gobierno de España. Este martes se confirmó que el Gobierno de Pedro Sánchez no enviará representante a la toma de posesión de Sheinbaum el 1 de octubre. Esta decisión se debe a la negativa de la nueva presidenta a invitar a la Casa Real.
La presión de López Obrador sobre su sucesora se basa en la reciente votación del Congreso sobre nuevos derechos para los pueblos originarios. El presidente mexicano argumentó que no se podía invitar a la Corona española en un contexto de protesta, dado que Felipe VI no se ha disculpado por los atropellos cometidos durante la Conquista.
Este conflicto se remonta a febrero de 2022, cuando López Obrador declaró que las relaciones con España estaban «en pausa». La situación se complicó tras una conversación telefónica entre Sheinbaum y Sánchez, donde el presidente español intentó disuadirla de seguir la línea de su predecesor. Sin embargo, la charla terminó en un malentendido, lo que llevó a Sánchez a decidir no asistir a la toma de protesta.
Los intentos de Sheinbaum por acercarse a España comenzaron en enero, cuando se reunió con la vicepresidenta Yolanda Díaz. En esa ocasión, Sheinbaum expresó que España era un modelo más acorde a México que Estados Unidos. A pesar de los esfuerzos, la influencia de López Obrador ha sido determinante en el deterioro de las relaciones.
En agosto, surgieron rumores sobre la posibilidad de invitar a la Princesa Leonor como representante de la Corona, pero esta opción no prosperó. La situación se ha vuelto más tensa, especialmente con la participación pública de Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de López Obrador, quien ha sido una de las instigadoras del conflicto.
El episodio culminante fue la breve y tensa llamada entre Sheinbaum y Sánchez, que ha dejado las relaciones entre México y España en su punto más bajo.
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