Los Juegos Olímpicos de París 2024 no solo son una plataforma para demostrar habilidades deportivas, sino también un escenario donde las recompensas económicas y materiales varían significativamente entre países. Las primas que reciben los atletas por sus logros dependen de las políticas de cada nación y de las federaciones deportivas.
Un ejemplo notable es el gimnasta filipino Carlos Yulo, quien se convirtió en el primer medallista de oro olímpico de su país. Además de sus medallas, Yulo recibió un apartamento de 550.000 dólares y otros beneficios como comidas gratuitas de por vida. Este tipo de recompensas no es exclusivo de Filipinas, ya que muchos países ofrecen incentivos atractivos a sus deportistas.
En cuanto a las recompensas monetarias, las diferencias son notables. Por ejemplo, los atletas de Hong Kong reciben hasta 768.000 dólares por una medalla de oro, mientras que en España la cifra es de 102.000 dólares. Esta disparidad refleja cómo cada país valora el esfuerzo de sus deportistas.
Además de las recompensas en efectivo, muchos países ofrecen regalos inusuales. En Polonia, los medallistas reciben apartamentos y diamantes, mientras que en Indonesia, los ganadores de oro obtienen casas y vacas. En Jordania, el atleta Ahmad Abu Ghaush recibió un coche y un reloj de lujo tras ganar su medalla.
Las recompensas también pueden incluir beneficios a largo plazo, como pensiones vitalicias o viajes gratuitos. Por ejemplo, el atleta indio Neeraj Chopra, ganador de oro en lanzamiento de jabalina, recibió un año de vuelos gratuitos. En Malasia, el primer medallista de oro olímpico del país disfrutará de un año de comida gratis.
En resumen, las recompensas por ganar una medalla olímpica pueden ser tan variadas como sorprendentes. Desde grandes sumas de dinero hasta regalos inusuales, los atletas que suben al podio no solo obtienen reconocimiento, sino también un conjunto de beneficios que pueden cambiar sus vidas.