Las passkeys son una forma conveniente de evitar tener que recordar múltiples contraseñas para acceder a diferentes servicios. Estas credenciales están asociadas a un PIN o sistemas biométricos y solo existen en los dispositivos, no en la nube, lo que las hace más seguras. Además, en caso de pérdida o robo del dispositivo, se pueden eliminar. Sin embargo, las passkeys también tienen sus desventajas. Generan dependencia en un servicio y cambiar a otra opción puede ser complicado. Además, todavía hay margen de mejora en cuanto a la experiencia de uso, especialmente en navegadores como Chrome y Safari. También pueden surgir problemas técnicos, como espacio limitado para registrar passkeys o errores que generan duplicidades o eliminación de credenciales válidas. A pesar de su conveniencia, las passkeys todavía están en fase de adopción y es posible que no se conviertan en la solución definitiva para reemplazar las contraseñas. En la actualidad, la opción más viable es utilizar un gestor de contraseñas multiplataforma para generar y almacenar contraseñas de forma segura.
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