Han pasado cuatro meses desde que la ministra de Justicia de Austria, Alma Zadić, del partido verde, lanzó su programa de indemnizaciones destinadas a todas aquellas personas que fueron procesadas o condenadas por actos homosexuales consentidos desde la derogación por parte del Tribunal constitucional de las últimas disposiciones penales en vigor. Sin embargo, muchos de los afectados prefieren no presentar la solicitud debido al señalamiento que conlleva.
El Ministerio de Justicia austriaco no ha publicado todavía cifras de solicitudes de indemnización, pero varios potenciales solicitantes consultados por ABC responden con la misma negativa: el dinero de la indemnización no merece la pena el señalamiento. Aunque la Justicia austriaca ha despenalizado la homosexualidad, muchos consideran que sigue existiendo una gran homofobia en el país.
El Ministerio de Justicia ha dispuesto un fondo de 33 millones de euros para estas indemnizaciones y un programa de rehabilitación que anulará las sentencias condenatorias del pasado. Sin embargo, las cifras de las indemnizaciones no suponen suficiente atractivo para los afectados, ya que en un país con un salario medio de 52.666 euros al año, las indemnizaciones resultan insuficientes.
Austria despenalizó la homosexualidad en 1971, pero hasta inicios de los 2000 siguieron existiendo excepciones jurídicas discriminatorias. A pesar de que desde el 1 de febrero se puede solicitar la anulación de las sentencias, muchos de los condenados prefieren dejar pasar el asunto debido a la humillación y el dolor que supone revivir esos momentos.
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