China continúa su marcha como coloso económico, con un incremento significativo en sus operaciones comerciales durante los primeros dos meses del año. La nación ha reportado un crecimiento interanual del 7,1% en exportaciones, sumando un total impresionante de 528.010 millones de dólares. Por otro lado, las importaciones también experimentaron una subida, aunque más moderada, de 3,5%, alcanzando los 402.850 millones de dólares. Este desempeño ha resultado en un superávit comercial de 125.160 millones de dólares.
Sin embargo, no todo el comercio exterior chino muestra cifras ascendentes. Sus transacciones con la Unión Europea (UE) evidencian una disminución, con las exportaciones e importaciones cayendo un 1,3% y 9,4% respectivamente. En contraste, las relaciones comerciales con Estados Unidos presentan un panorama diferente, con un crecimiento del 5% en exportaciones a pesar de una caída del 9,7% en importaciones.
Rusia emerge como un socio creciente, con un aumento del 12,5% en las exportaciones chinas hacia este país y un 6,7% en las importaciones desde el mismo. Este fortalecimiento de lazos comerciales subraya la creciente interdependencia entre China y Rusia.
La perspectiva económica de China, sin embargo, enfrenta desafíos. Según el economista Zichun Huang, a pesar de la rápida expansión de las exportaciones, existe preocupación sobre la sostenibilidad de esta tendencia debido a la reducción de los márgenes de ganancia y una posible apreciación del yuan.
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