Un número creciente de minoristas en Estados Unidos están cobrando tarifas por las devoluciones de productos, lo que ha generado descontento entre los consumidores. Grandes marcas como Macy’s, Abercrombie y J. Crew, así como otras empresas, han agregado tarifas de envío para las devoluciones por correo. Incluso Amazon ha comenzado a cobrar una tarifa de $1 a los clientes que devuelven artículos a una tienda UPS en lugar de una sucursal de Whole Foods o Kohl’s más cercana. Las tasas de devolución han aumentado debido al crecimiento de las compras en línea, y los expertos señalan que los consumidores son más propensos a devolver productos que no han visto o probado en persona. Esto representa un desafío para las empresas, ya que deben cubrir los costos de envío y enfrentar la disminución de ganancias al tener que rebajar los productos devueltos. Además, las devoluciones pueden tener un impacto medioambiental negativo, ya que algunos productos terminan en almacenes de liquidación o incluso en vertederos. Algunas tiendas permiten que los clientes se queden con las devoluciones de artículos voluminosos y de bajo precio para evitar los costos de envío. Aunque las ventas minoristas aumentaron durante la temporada navideña, el crecimiento fue más lento que el año anterior.