La decisión de Pedro Sánchez de mantener los Presupuestos de 2023 prorrogados tendrá consecuencias en el gasto y la inversión. Afectará a las comunidades y pone en entredicho la condonación de la deuda autonómica. Sin embargo, el Ejecutivo podrá recurrir al decreto para seguir desplegando su política económica. Partidas clave como las nóminas de funcionarios y pensionistas o los fondos europeos no deberían verse afectadas. La capacidad de gasto público se verá mermada, lo que podría reducir el déficit público. La prórroga afectará a proyectos novedosos y a la financiación autonómica. Los gobiernos autonómicos y locales contarán con menos recursos. La condonación de la deuda autonómica en manos del Estado quedará parada. Los impuestos especiales a banca y energéticas y cualquier subida o bajada de impuestos deberán aprobarse por otra vía. La prórroga presupuestaria podría ayudar a reducir el déficit, pero se espera que España cierre 2024 con un déficit superior al 3% exigido por las reglas fiscales europeas.
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