La necesidad de energía para la inteligencia artificial (IA) está llevando a las grandes empresas tecnológicas a buscar soluciones innovadoras. En este contexto, la energía nuclear se presenta como una opción viable. Amazon, Google y Microsoft están invirtiendo en proyectos de reactores nucleares modulares (SMR) para abastecer sus centros de datos.
Amazon Web Services (AWS) ha firmado un acuerdo con Dominion Energy para desarrollar un SMR en Virginia, con una inversión total de 500 millones de dólares en tres proyectos. Cada reactor podría generar hasta 320 MW, sumando un total de 960 MW si se completan todos.
Por su parte, Google ha llegado a un acuerdo con Kairos Power para construir siete reactores SMR, que añadirán 500 MW de electricidad libre de emisiones. Microsoft también se une a esta tendencia, reabriendo la central nuclear Three Mile Island con una inversión de 1.600 millones de dólares, que proporcionará 835 MW a sus centros de datos.
El consumo energético de estas empresas es enorme, alcanzando 24 TWh, lo que equivale al consumo anual de países como Eslovaquia. Aunque estos proyectos ayudarán a cubrir la creciente demanda energética, hay preocupaciones sobre su viabilidad a corto plazo. Las plantas nucleares no estarán listas de inmediato, y se estima que la demanda de energía en los centros de datos de EE.UU. podría triplicarse entre 2023 y 2030.
La energía nuclear, que había caído en desuso, está resurgiendo como una opción viable. Estados Unidos planea activar 300 nuevos reactores de última generación antes de 2050. Sin embargo, la controversia persiste, con críticos que destacan los riesgos medioambientales y de seguridad asociados a la energía nuclear.
En conclusión, mientras las Big Tech apuestan por la energía nuclear para satisfacer sus necesidades energéticas, el debate sobre su sostenibilidad y seguridad continúa. La competencia con las energías renovables también plantea interrogantes sobre el futuro del suministro energético.
Imagen: Lukáš Lehotský
